Porter Robinson estalla contra el EDM
El norteamericano ha publicado un tuit en el que ha mostrado como entiende que se encuentra actualmente la sección más comercial del género electrónico
Todos los que trabajamos escribiendo, mezclando o simplemente disfrutamos bailando con música electrónica nos hemos dado cuenta de una cosa, ha llegado a un punto en el que no nos ofrece nada original. Bombos, loops y melodías que se repiten sin parar entre los ‘éxitos’ de distintos artistas han conseguido que mucha gente se desligue de lo que en su momento parecía una industria sin techo. Y como bien decimos los grandes artistas también lo piensan.
El último ejemplo de esto lo tenemos de parte de Porter Robinson. El artista norteamericano que tan de moda ha estado este año con su tema en conjunto con Madeon, ‘Shelter’, y su posterior gira –que dará fin en el conocido Coachella–, no ha podido resistir más y ha estallado en un tuit que, aunque posteriormente ha sido borrado, ha dejado huella de la situación actual de la escena.
Todo el que halla escuchado algo de los dos artistas mencionados sabe que no les interesan las grandezas que ofrece el estilo más comercial. Así ha sido que Robinson ha cultivado su estilo desde que lanzase su primer EP en 2011 y, aparte de algunas giras, nunca ha mostrado demasiado interés en la fama, más bien lo contrario. El artista ha experimentado con nuevos sistemas analógicos y sonidos fuera de lo comercial que en ocasiones han trascendido tanto como ‘Shelter’.
No es la primera vez que Robinson critica el género ya que en 2012 –inicio del boom– comentó a los medios que sentía que el EDM se había homogeneizado y llegado a un momento de limitación artística.
Esta es tan solo una más de las opiniones que desde hace años ofrecen los artistas, algunos defendiendo el género como Carl Cox: “Si es techno, fantástico; si es EDM, fantástico. Mientras se diviertan están en muy buen lugar”. O criticando la nueva ola como Eric Prydz: “El EDM es demasiado cursi y pop”. Pero bueno, recurriendo al refranero español, para gustos los colores.