No te atormentes, si estás enamorado de tu pareja pero no puedes evitar filtrear con otras, no es culpa tuya. Es la naturaleza. Y contra eso no se puede luchar.
Lo ha publicado en su último libro la neuropsiquiatra Louann Brizendine. La tendencia a la infidelidad de los hombres está en sus genes. El detector de la vasopresina es determinante a la hora de ser fiel a tu pareja. Los que no tienen ese gen sienten mucho menos la necesidad de cornear a su pareja.
Se ha comprobado cientificamente al "colocar" ese gen en un animal monógamo por naturaleza y empezar este a beneficiarse a sus compañeras de alrededor.