La forma de bailar perfecta existe, según un estudio
Según una estudio llevado a cabo por una universidad inglesa ciertos movimientos son más sugerentes que otros a la hora de atraer las miradas
Depende de cómo vías la música irás a un concierto multitudinario o a una rave escondida en el más remoto punto de nuestra geografía; pasarás horas aprendiéndote la letra de la melodía creada por tu artista favorito o reconocerás al momento la velocidad de un tema con solo escuchar una vez el bombo del mismo. Pero seas como seas hay una cosa que todos nosotros compartimos: todos bailamos.
Ya sea de manera completamente aleatoria o siguiendo una ensayada coreografía a todos se nos escapan las piernas cuando oímos un compás. Pero ahora parece ser que se ha llevado a cabo un estudio para distinguir cuales son los movimientos que nos parecen más atractivos a la hora de, citando a nuestros padres, mover el esqueleto.
El nombre del estudio es ‘asimetría óptima y otros parámetros de características de movimiento de una danza femenina de alta calidad’ y aunque puede sonar largo y algo machista, lo cierto es que el estudio se refiere al atractivo de los distintos bailes llevados a cabo por un grupo de 39 mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años que fueron puntuados del 1 al 7 por un grupo de 143 mujeres y 57 hombres. Todas ellas bailaban al ritmo de música a 125 bpms y tras el estudio se llegó a la conclusión de que existen tres movimientos esenciales que nos harán el centro de las miradas en la pista de baile.
Entendiendo el baile en el contexto de la seducción encontramos que hay que llevar a cabo amplias oscilaciones de las caderas y mover brazos y piernas de forma asimétrica. El estudio está acompañado de un vídeo en el que se muestra el ejemplo de lo que sería el baile perfecto.
Este estudio lo que nos plantea sin embargo es bailar para atraer la atención de los demás pero, ¿qué ocurre si lo único que queremos es bailar por disfrute personal? Parece ser que para nosotros solo vale que continuemos moviéndonos arrítmicamente. A mi me vale.